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  Consejería
 

Confianza suprema

Confianza suprema

“En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudas?  Mateo 14:31

El libro Guinness Book Records narra una interesante historia de fe y confianza. El mayor volatinero del siglo XIX fue Francis Gravelet, alias Charles Blandin, (1824 – 1897) de Francia.

Fue el primer ser humano que cruzó las Cataratas del Niágara. Lo hizo caminando sobre una cuerda floja que tenía tres pulgadas de grosor, cuatrocientos metros de largo y estaba a cincuenta metros por encima de las cataratas. La hazaña ocurrió el 30 de junio de 1859. Cruzó las cataratas empujando una carretilla, se detuvo en medio del recorrido y comió su almuerzo.

Después que Blandin cruzó las cataratas, un joven espectador le gritó:

-Señor Blandin, ya se detuvo comió su almuerzo por encima de las cataratas, ¿por qué no las cruza ahora llevando a alguien en sus espaldas?

-Muy bien –replicó Blandin-, ¿de verdad crees que puedo hacer eso?

-Si, estoy seguro que usted puede –fue la respuesta.

-¡Qué bueno! –respondió Blandin-, ven súbete a mi espalda y voy a intentarlo.

El joven desapareció silenciosamente entre la multitud. ¡Su fe en Blandin no era más que palabras!

Un año más tarde el 30 de junio de 1860, Blandin regresó a las Cataratas del Niágara y las cruzó con su agente, Harry Colcord, sobre su espalda. ¿Qué había hecho la diferencia? ¿Por qué lo hizo Colcord? Porque son sólo tenía una creencia intelectual y temporal en Blandin, ¡confiaba plenamente en él!

¡Esa es fe verdadera! ¡Verdadera confianza es poner todo tu peso en algo o alguien! La Biblia dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:5, 6). Confía en Dios y hallarás descanso en tu vida. Confiar en Dios es como sentarse en una silla. Uno pone todo su peso sobre ella. No hay cosa más insegura que una silla con una pata rota. Uno se sienta pero en realidad no pone todo su peso sobre ella. Se cansa en un instante porque no ha confiado en el asiento. Acuérdate que Jesús reprochó a muchos, diciendo: “De labios me honran, pero su corazón lejos esta de mí”. La confianza en Dios es resultado de una práctica continua que se convierte en una experiencia cotidiana. ¿Cuántas veces habrá cruzado Colcord sobre la espalda de Blandin, con cuerdas menos largas y sobre espacios menos peligrosos?

Seguramente muchas, hasta que adquirió plena confianza en su “portador”.

La vida cristiana es confianza plena en Dios. Poco a poco, a medida que experimentamos su fidelidad en el cumplimiento de sus promesas, aprendemos a confiar en Él.

Un libro que sólo Jonatan compraría

“Y Jonatan dijo a David: ‘Lo que desea tu alma haré por ti”
1 Samuel 20: 4

Estamos inmersos en una cultura que promueve el éxito personal. La industria del éxito es muy próspera. Los libros de mayor venta en el mundo entero son los que generalmente llevan títulos del estilo de “Métodos para alcanzar el éxito”, “Éxito a su alcance”, “Éxito para tontos” o “El éxito en cinco lecciones”

En las librerías hay secciones enteras dedicadas a libros de superación personal. Pero en todos los años que llevo visitando librerías, nunca he visto un libro que lleve por título “Como ayudar a otros a alcanzar el éxito”. Por desgracia, nuestra cultura se ha sumido en las tinieblas del más negro egoísmo. En esta cultura nadie compraría un libro con una temática y un título semejante. Quizá por eso nadie se ha atrevido a escribir un libro para ayudar a los demás a obtener el éxito.

Uno de los personajes que, en mi opinión, merece mucho respeto y admiración es Jonatan, el hijo primogénito del rey Saúl, era el heredero natural del trono de su padre. Habría sido normal que Jonatan hiciera todo lo posible para considerarse como el siguiente rey de Israel. Una vez, el rey le dijo: “Todo el tiempo que hijo de Isaí viva sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tu reino”. 1 Samuel 20: 4.

Lo interesante y asombroso es que Jonatan quería compartir el verdadero éxito con Dios y con David. Él sabía que Dios desaprobaba la conducta de su padre, y que había elegido a David para ocupar el trono. Jonatan entendía que la clave del éxito verdadero se encuentra en aceptar los designios divinos y la voluntad de Dios. Era tal el sometimiento de Jonatan a los designios divinos que estaba dispuesto a hacer todo lo que era humanamente posible para que su amigo David alcanzara el éxito. Por eso, le aseguró: “Lo que desea tu alma haré por ti” 1 Samuel 20: 4.

El mundo esta lleno de personas que buscan su propio éxito. Dios, en cambio, busca personas que sean la excepción de esa regla. Busca cristianos genuinos que quieran poner en primer lugar a Dios y a los demás. Como dijo el apóstol Pablo, “en cuanto a honra, dad preferencia a los otros”. Romanos 12: 10.

El mundo tiene la necesidad apremiante de hombres y mujeres que piensen como Jonatan. ¿Podrás tú ser un Jonatan para alguien hoy?

 



Sostenidos por la Misericordia de Dios para alcanzar gozo

 

 

Lo importante es Vivir

Un hOmbre con ganas de comenzar de nuevo

Sostenidos por la Misericordia de Dios para alcanzar gozo

 

 Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que abatiste.*Salmos 51:8

La historia de Peng Shuilin, un empresario chino que fue aplastado por un camión y logró sobrevivir. Ahora vive sin piernas, sin órganos genitales y sin parte de su cadera.

“Mi secreto es la alegría”, afirma este ejemplo de fuerza de voluntad y ganas de vivir, quien contó que ahora ofrece charlas sobre superación personal.

Peng Shuilin, de 78 cm de altura luego del accidente, que lo que le sucedió es un verdadero milagro.

El empresario, que hoy tiene 37 años y es dueño de su propia cadena de supermercados, perdió no sólo sus piernas sino  parte de su cadera hace 14 años, en una ruta en el sur de la China.

Fue en 1995, Shuilin cuenta que luego del accidente los paramédicos arribaron al lugar y lo encontraron literalmente partido en dos. Estaba inconciente al costado de una ruta.

El empresario, residente de la ciudad de Shenzhen, logró sobrevivir tras una serie de operaciones en las que utilizaron piel de su propia cabeza para poder cerrar su torso.

Más de dos años tuvieron que pasar para que la piel se fortaleciera.

Hoy, en lo que se puede considerar un milagro de la ciencia y la naturaleza, el hombre puede caminar con la ayuda de un corset y piernas ortopédicas.

El secreto es la alegría, la fe, la confianza  en algo mejor a pesar de su estado físico.

 “Acabamos de hacerle un chequeo general y está mejor que la mayoría de los hombres de su edad. Es impresionante porque es la única persona en el mundo que sobrevive con tanta cantidad de cuerpo amputado”, concluyó el médico.

Lejos de deprimirse, el empresario incluso supo ver el provecho en su desgracia. Ya que a partir de su condición, tuvo una idea peculiar y atractiva para su negocio: “El supermercado del Medio Hombre todo a mitad de precio” (“The Half – Man Half – Price Store”).

Ya te has puesto a pensar como este hombre mira la vida con esperanza.

Tu tienes quiza todo tu cuerpo completo y sin embargo  te sientes desanimado: Lucha y sal adelante: Dios esta contigo.

 
 
 
 
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